empresas estatales, industrialización de nuestras materias primas, hidrocarburos, electricidad, minerales y hierro.

La Nacionalización de los Hidrocarburos y la progresiva recuperación de todos nuestros recursos naturales es la base material que está cambiando el país. Ahora el gran desafío es avanzar con los proyectos de industrialización de nuestros recursos naturales. Para ello, instalaremos una plata de GTL, para la conversión de gas en diesel; se implementará la Planta de procesamiento de amoniaco y urea en el trópico cochabambino para aprovechar el gas y también varios proyectos industriales petroquímicos. Convertiremos a Bolivia en un país exportador de electricidad; la Hidroeléctrica de Cachuela Esperanza generará electricidad para atender toda la demanda interna y exportar. De la misma manera, pondremos en marcha otros 5 proyectos hidroeléctricos que situarán a Bolivia en un nuevo plano energético regional. La explotación de El Mutún y la industrialización del hierro mostrarán la nueva cara industrial siderúrgica del país transformando la frontera en un polo de desarrollo e integración regional.

La industrialización del litio marcará el destino del país. Tenemos la reserva más grande del mundo y la aprovecharemos para el bien del pueblo, fabricaremos desde baterías de litio hasta llegar a instalar una industria automotriz eléctrica en base a la energía limpia del litio.

En la minería además de la exploración construiremos tres grandes complejos industriales: la hidrometalúrgica del cobre en Corocoro (La Paz) y dos hidrometalúrgicas del zinc en Oruro y en Potosí. Es importante reorientar el conjunto del aparato productivo para la generación de riqueza y su redistribución. Para ello, el Estado profundizará su rol como actor económico a través de la constitución de empresas públicas que generen valor agregado como determina la Nueva Constitución Política del Estado.

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