Asamblea de apoyo a Bolivia

Recuperando deberes - Espinal duele en lo íntimo

Fecha: 30 Mar 2009
Murió como había vivido y vivió cumpliendo con su deber. En un año más, debemos memorar 30 años del asesinato de Luis Espinal Camps. Ese aniversario tiene que destacarse por el cumplimiento de una tarea que nunca reclamó, pues él no reclamaba, pero que estaba pendiente entonces y lo sigue estando aún.
De verdad, Luis fue torturado y asesinado por los perseguidos, encarcelados, torturados, asesinados y desaparecidos de las dictaduras que antecedieron al siniestro dúo Arce Gómez y García Mesa. La denuncia, la identificación de los criminales, la demanda constante que mantuvo Espinal en el semanario "Aquí", fue el motivo principal. Pero su cuerpo torturado, llevado en hombros desde la iglesia de los jesuitas hasta el cementerio general de La Paz, fue el testimonio que hizo imposible que se afirmara la dictadura de los narcotraficantes. El juicio de responsabilidades contra ellos llegó a su fin y varios de los criminales están cumpliendo su castigo; la justicia aún espera que otros la cumplan, como Arce Gómez. Sin embargo, quienes quedamos hasta ahora, arrastramos una tarea incumplida: la recuperación de la memoria y de los cuerpos de nuestros compañeros desaparecidos. Es una tarea que se inició en 1983, al crearse la Comisión del Desaparecido que reunió algún material, pero no completó su tarea. Años después, la férrea voluntad de un grupo de mujeres y hombres bolivianos, con el apoyo desinteresado de expertos argentinos, primero y luego de un equipo cubano de alta profesionalidad, se recuperó la mayor parte de los caídos en la gesta de Ñancahuazú. Algo más se está haciendo en cuanto a los jóvenes que murieron en los combates de Teoponte, el año 1980. Pero falta mucho por hacer. Quienes estamos interesados en recuperar la memoria de nuestros héroes debemos abocarnos a esa tarea. Este es un trabajo que requiere asentarse sobre una organización, a la que contribuyan los que estén en condiciones de hacerlo. La Asamblea Permanente de Derechos Humanos, de la que fue fundador Luis Espinal, es la organización más adecuada para iniciar este trabajo. Hagámoslo por Luis. Pero, sobre todo, hagámoslo por nosotros mismos. Por Antonio Peredo Leigue